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Existen al menos unas 7.000 personas que ostentan el verdadero poder en el mundo y toman las decisiones que afectan nuestra vida actual y futura.
Por Bencho Sánchez-Cerro, analista de INCompany

 No se trata de una sociedad secreta que se reúne en lugares inesperados y realiza ritos extravagantes. En realidad son muy conocidos, especialmente por su éxito en el terreno económico. David Rothkopf los describe con claridad en su libro “Superclass: the global Power Elite and the World They are Making” (algo como La Superclase: la élite de poder global y el mundo que están creando). 

Según Rothkopf, presidente ejecutivo y editor de la revista Foireign Policy, este grupo de poderosos es el resultado de un cambio en la naturaleza del poder en el mundo. Son un grupo de personas que controlan las grandes empresas y cuyas decisiones afectan a todos.

Rothkopf realizó una lista de las personas más poderosas del mundo. Su definición de poderoso apunta a los que tienen influencia sobre la vida de la gente de forma constante, y en todas las áreas. De su ejercicio salió una lista de cerca de 7.000 personas en todo el planeta.

¿Quiénes conforman esta superclase? Según Rothkopf, la mayoría son hombres con una edad promedio de 58 años. Casi todos provienen del sector privado, en el que lideran grandes empresas, especialmente del sector financiero.

Otro dato interesante es que cerca del 33% del grupo se graduó en alguna de las 20 principales universidades del mundo. Según un estudio de la consultora Wealth-X, realizado hace dos años y que publicáramos en INCompany, tan sólo un puñado de 20 universidades eran responsables de la educación superior del 52% del total de millonarios que hay en el mundo.

Si tenemos en cuenta que la zona del mundo con el mayor crecimiento de poderosos es Asia, ya sabemos “hacia donde está cambiando el centro de gravedad del poder en el mundo”, dice Rothkopf.

Pero, según el experto, lo más interesante de este grupo es cómo el poder se ha transformado. Por ejemplo, el presupuesto de defensa de Estados Unidos en los años 50 era superior a las ventas de todas las principales empresas del país. Hoy el presupuesto de defensa de Estados Unidos es 50% inferior a las ventas anuales de Exxon y Mobil, dos de las principales firmas petroleras.

El tamaño de las empresas se ha multiplicado de tal forma que las ventas de una empresa como Exxon son equivalentes al producto Interno Bruto de un país como Suecia. Esto, según Rothkopf, muestra además una gran concentración del poder. Por ejemplo, las primeras 250 empresas del mundo tienen ventas anuales que equivalen a un tercio del producto interno bruto global.

¿Pero de dónde sale las lista de los 7.000 más influyentes? Esta es la lógica: de las casi 7.000 millones de personas que forman la población mundial, unas 5.000 millones tienen trabajos de supervivencia o ganan menos de un dólar al día. Quedan unas 2.000 millones de personas que tienen buenos empleos y la mitad de ellos trabajan o dependen de las principales empresas del mundo.

¿Quién influye en esas empresas? La gente que las dirige, como los presidentes ejecutivos, accionistas, miembros de las juntas directivas. Estos son los que conforman la lista de la superclase con mayor influencia sobre tu vida cotidiana.

¿Y los poderosos están en contacto permanente? Según Rothkopf, los más poderosos del mundo siempre están en contacto de una u otra forma. Además, existen reuniones anuales como la del Foro Económico Mundial que cada año se realiza en Suiza, y a la que asisten líderes políticos y empresariales de todo el mundo para discutir los temas de actualidad.

El Foro Económico Mundial
El Foro Económico Mundial (World Economic Forum, WEF) es una fundación sin fines de lucro con sede en Ginebra, conocida por su asamblea anual en Davos, Suiza. Allí se reúnen los principales líderes empresariales, políticos, periodistas e intelectuales selectos para analizar los problemas más apremiantes que enfrenta el mundo.

El Foro también organiza la “Asamblea Anual de Nuevos Campeones” en China y una serie de asambleas regionales durante el año.

Este foro fue fundado en 1971 por Klaus M. Schwab, un profesor de economía de Suiza. Además de las asambleas, el Foro produce una serie de informes de investigación e involucra a sus miembros en iniciativas específicas de cada sector.

Su sede central está en Cologny, Ginebra, Suiza. En 2006, el Foro abrió sus oficinas regionales en Pekín, China y Nueva York, Estados Unidos. Es una organización sin fines de lucro, y no está ligada a intereses políticos, partidarios ni nacionales. Posee carácter de veedor del Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas y se encuentra bajo la supervisión del Gobierno Federal Suizo. Su principal organismo de control es el Directorio, formado por 22 miembros, entre ellos, el ex Primer Ministro británicoTony Blair y la Reina Rania Al Abdullah.

El foro está financiado por 100 empresas miembro, cada una con más de cinco mil millones de dólares de facturación. Además, estas empresas se clasifican entre las principales de su industria o país y juegan un rol de liderazgo para forjar el futuro de sus industrias o regiones, según lo determinado por el comité de selección del Foro.

El Club Bilderberg
Existe otra en la que cada año se reúnen líderes mundiales, y a la que rodea el mito de una “secta poderosa”. La reunión de Bilderberg es un encuentro de líderes empresariales, políticos y académicos de Europa y Norteamérica que se juntan una vez al año en Dinamarca.

El club, conferencia, grupo o foro Bilderberg, es una reunión a la que asisten aproximadamente las 130 personas más influyentes del mundo, mediante invitación. Los miembros de este grupo se reúnen en complejos de lujo ubicados en Europa y Norteamérica donde la prensa no tiene ningún tipo de acceso, y sus oficinas están en Leiden (Holanda). El nombre de este club procede del primer hotel en el que tuvo lugar la primera reunión, en los Países Bajos.

El 29 y 30 de mayo de 1954 tuvo lugar esta primera reunión, propuesta por el consejero político polaco Jozéf Retinger. Éste, preocupado por el antiamericanismo que estaba provocando el Plan Marshall en Europa, decidió juntar a los líderes europeos para promover el entendimiento entre ellos. Entre los invitados estuvieron el príncipe neerlandés Bernardo, que decidió promover la idea, David Rockefeller, quien financió la reunión y el primer ministro belga Paul van Zeeland. La idea era que los invitados fueran dos de cada país, uno conservador y el otro progresista.

El éxito del encuentro animó a los organizadores a preparar una conferencia anual. Se creó un comité de dirección. Retinger fue designado secretario permanente. Al igual que organizaba la conferencia, el comité de dirección también mantenía un registro de los nombres de los asistentes y detalles de contacto, con el objetivo de crear una red informal de individuos que se podrían invitar unos a otros en privado. El propósito declarado del Club Bilderberg era “hacer un nudo alrededor de una línea política común entre Estados Unidos y Europa en oposición a Rusia y al comunismo”. El economista holandés Ernst van der Beugel sustituyó a Retinger en el puesto en 1960, tras la muerte de éste. El príncipe Bernardo fue presidente de la reunión hasta su muerte, en 2004.

Actualmente el Club Bilderberg es una reunión anual privada a la que asisten importantes personalidades de los países más desarrollados del mundo y representantes de los grandes organismos internacionales. Durante varios días se fijan una serie de temas de debate sobre los que se intercambias ideas, propuestas y puntos de vista. Las conferencias del Club Bilderberg se programan como discusiones informales sobre las principales cuestiones que afronta el mundo. Los participantes pueden hacer uso de lo que se ha dicho en la conferencia, pero con la condición de no identificar nunca al ponente.

Este año se celebró entre el 29 de mayo y el 1 de junio en el hotel Marriot de Copenhague, donde se reunieron unos 140 participantes de 22 países. De ellos, 35 invitados procedieron de Estados Unidos, 13 de Gran Bretaña y el resto de los principales países europeos, Canadá y China. Entre los participantes, figuraron el ex Secretario de Estado norteamericano Henry Kissinger; la Directora General del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde; el redactor jefe de The Economist, John Micklethwait; el ex Primer Ministro italiano Mariano Monti; la Princesa Beatriz de Holanda; el Secretario General de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen; el ministro sueco de Exteriores, Carl Bildt o el Presidente de Airbus, Thomas Enders, entre otros.

¿Por qué lo tachan de misterioso? Muchos periodistas e investigadores han escrito sobre el Club Bilderberg, un foro que ha dado mucho de que hablar a los “conspiranoicos”. Algunos investigadores creen que en el club se decide el destino del mundo. Pese a que esta organización tiene hasta página web en la que explica sus orígenes, formas de actuación e informa de la lista de asistentes, la cita anual se lleva a cabo a puerta cerrada y no se permite el acceso a los periodistas. Tampoco los escoltas o acompañantes pueden permanecer en las salas donde se reúnen. Por la relevancia de sus participantes, algunos han asegurado que en las reuniones de Bilderberg es donde verdaderamente se decide el destino del mundo.

Trilateral Commission
Otras de las organizaciones rodeadas de misterio fue durante un tiempo la Comisión Trilateral (Trilateral Commission, en inglés), una estructura internacional privada fundada en 1973, establecida para fomentar una mayor cooperación entre los Estados Unidos, Europa y Japón. Durante la década de los 70 tuvo su apogeo y era considerada por muchos periodistas y analistas como el grupo de poderosos que definían los destinos del mundo.

Fue fundada por iniciativa de David Rockefeller, por ese entonces miembro ejecutivo del Council on Foreign Relations y del Club Bilderberg y aglutinaba a personalidades destacadas de la economía y los negocios de las tres zonas principales de la economía capitalista: Norteamérica, Europa y Asia-Pacífico.
En la reunión del Club Bilderberg en 1972, David Rockefeller propuso la creación de la «Comisión Internacional para la Paz y la Prosperidad» (International Commission of Peace and Prosperity), conocida comúnmente como «Comisión Trilateral». La iniciativa tuvo muy buena acogida y la primera reunión de miembros ejecutivos tuvo lugar en Tokyo, Japón, en octubre de 1973.

La Comisión Trilateral ha sido acusada de promover a lo largo de los años el adoctrinamiento ideológico en las escuelas de los Estados Unidos promoviendo entre otras cosas lo que se llamó el “espíritu de la época”.

La importancia de sus miembros le genera numerosas críticas que alimentan la conocida teoría de la conspiración.
Entre las personalidades que han formado parte destacan los ex-presidentes de Estados Unidos George Bush, Jimmy Carter y Bill Clinton y el ex Secretario de Estado de Estados Unidos Henry A. Kissinger.

Otras reuniones
El Grupo de los Treinta es un club exclusivo que se reúne en privado para discutir la política monetaria y cuestiones de regulación bancaria. Es un think tank («tanque de ideas» o «laboratorio de ideas») con base en Washington D.C., que reagrupa a universitarios y personalidades importantes en busca de profundizar la comprensión de los problemas económicos y financieros, y examinando las consecuencias de las decisiones que se toman en los sectores públicos y privados.

El Group of Thirty fue fundado en 1978 por iniciativa de la Fundación Rockefeller, institución que también proporcionó los fondos que se necesitaban. El primer presidente de esta estructura de cooperación e intercambio fue Johan Witteveen, un ex director del Fondo Monetario Internacional.

El Bellagio Group formado por el economista de la escuela austríaca de economía Fritz Machlup, fue el antecedente inmediato en el cual se basó el Grupo de los Treinta. El primer encuentro de ese Grupo Bellagio tuvo lugar en 1963, oportunidad en la que se estudiaron los problemas monetarios internacionales, y especialmente los de la balanza de pagos que entonces afectaba a los Estados Unidos.

Otra de las reuniones relevantes de poderosos se producen en al marco de El Club de Roma, que realiza actividades sobre temas prioritarios a través de sus miembros y de sus asociaciones nacionales.

También realiza reuniones públicas y privadas, algunas con jefes de Gobierno a puerta cerrada, con el objetivo de intercambiar puntos de vista con entera libertad. Desde el inicio, el Club de Roma no ha cesado de invitar a ilustres personalidades de todas las partes del mundo a participar en sus actividades.

En abril de 1968 se reunió en Roma un grupo pequeño de científicos y políticos que provenían de países distintos, invitados por el italiano Aurelio Peccei y el escocés Alexander King, para hablar de los cambios que se estaban produciendo en el planeta como consecuencia de acciones humanas. Dos años más tarde el Club de Roma estaría creado y legalizado bajo la legislación suiza.

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