Ya se ha convertido en una especie de tradición el pronosticar la muerte de los correos electrónicos y hay multitud de empresas que intentan reemplazar este servicio por otros.
Por ejemplo, algunas aplicaciones como Slack han adoptado un enfoque más centrado en un chat mientras que otras ofrecen otro tipo de servicios como son los casos de Snapchat, TigerText o Cotap. Incluso algunas voces señalan que el futuro pasa por desarrollar aplicaciones que permitan la comunicación directamente sobre los documentos en los que estamos trabajando. Todos están equivocados. El correo electrónico no va a morir ni este año ni ningún otro. Tal y como apunta el último informe realizado por Pew Internet Project Center, el 61% de los trabajadores estadounidenses señala que el correo electrónico es una herramienta “muy importante” para el desarrollo de su trabajo. Lo cierto es que esta cifra se ha mantenido prácticamente invariable a lo largo de los últimos 13 años. En 2002 la investigación encontró que el 61% de los trabajadores también encontraba que el correo electrónico era una herramienta fundamental. En 2008 la cifra ascendió hasta el 62%. Lo cierto es que el correo electrónico se ha convertido en todo un superviviente pero ¿qué es lo que lo hace tan resistente? Aquí van algunas claves:
1. Todo lo el mundo lo tiene instalado en sus dispositivos Esto nos evita tener que descargarlo y no hay necesidad de aprender cómo funciona una nueva aplicación o sistema y no tenemos que convencer a nuestro entorno de que comience a utilizarlo.
2. Molesta menos que una llamada telefónica
3. Es excepcionalmente flexible La mayoría de las aplicaciones o herramientas que se presentan como la alternativa al correo electrónico requieren que hagamos las cosas de una forma diferente y ajustándonos a una serie de características mientras que el correo electrónicos nos ofrece una pizarra en blanco.
4. Se ha convertido en parte del trabajo Por muchas nuevas aplicaciones o herramientas que aparezcan, siempre terminamos recurriendo al correo electrónico.