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Miami está acudiendo a los inversionistas chinos para que la ayuden a resolver su problema de vivienda asequible, señala Laura Kusisto en el Wall Street Journal.
MIAMI-VISA-EB5
Hace un par de semanas, el alcalde de la ciudad, Tomás Regalado, hizo un llamado para que los urbanizadores construyan más apartamentos dirigidos a maestros, policías, jóvenes profesionales y ciudadanos de la tercera edad, grupos que han sido dejados al margen durante el auge de viviendas de lujo de Miami.

Lo que hace diferente a esta solicitud es que la ciudad ayudará para que ciertos proyectos sean parcialmente financiados por un programa estadounidense de visas conocido como EB-5, el cual otorga tarjetas de residencia permanente (green cards) a extranjeros que quieran invertir al menos US$500.000 en negocios o proyectos de construcción que generen empleos en Estados Unidos. La gran mayoría de los inversionistas con visa EB-5 son ciudadanos chinos ansiosos por obtener la residencia estadounidense.

Durante el año fiscal que terminó el 30 de septiembre de 2014, casi 11.000 extranjeros solicitaron la residencia a través del programa, frente a 6.346 el año previo y 486 en 2006, según el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de EE.UU., una división del Departamento de Seguridad Interna, que administra el programa.

Las empresas que buscan financiación a través del programa EB-5 contactan a intermediarios, usualmente abogados, que dirigen lo que se conocen como centros regionales, que trabajan con agentes en China y otros países para reclutar inversionistas, recaudar el dinero en un solo fondo y canalizar los dólares, usualmente en la forma de financiación barata, para las compañías. Los centros regionales reciben una comisión con base en la cantidad de dinero que recauden.

En el último año, Miami y otros gobiernos municipales decidieron crear sus propios centros regionales de EB-5, lo que les permite seleccionar los proyectos que van a ayudar a financiar para que beneficien a la comunidad local, cobrar una tarifa baja a las empresas y, en algunos casos, usar esos pagos para suplementar servicios como policía y bomberos.

El programa EB-5 ha sido criticado por algunos como una forma para que algunos extranjeros se salten la fila en la que muchas personas llevan años esperando obtener sus residencias permanentes. Algunos expertos también dicen que es difícil evaluar si los proyectos cumplen con las metas de generación de empleos.