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Aprendí esta lección cuando era muy joven: a los ocho años era un gran aficionado de He-Man. Quería ser como He-Man, quería la espada, el castillo y lo más importante: ¡el poder! No es una mala meta, el problema es que creí que la mejor forma de ser He-Man era ver más He-Man.

ESCAPAR-ZONA-CONFORT
Así que eso hice, recuerda Brook Price, presidente y co-fundador de Forte Strong, un programa que da a los hombres jóvenes las habilidades y el carácter para enfrentar los retos de la vida

Mi ritual sabatino de ver He-Man toda la mañana eventualmente forzó a mi madre a emprender acciones. Un día llegó, apagó el televisor, me empujó hacia afuera de la casa y cerró todas las puertas.

A través de una ventana rota le escuché decir: “No vuelvas antes del anochecer”.

Afortunadamente, tomé su consejo. Cuando regresé a casa más tarde le dije que había pasado el mejor día de mi vida y que no podía esperar para hacerlo de nuevo.

Ese día me enseñó una valiosa lección: la única forma de avanzar hacia adelante en la vida es dar un salto de fe hacia el mundo y ver dónde aterrizas.

Como seres humanos poseemos un potencial ilimitado y una necesidad insaciable de permanecer tan cómodos como sea posible. La zona de confort es un estado natural y neutral en el que el estrés y la ansiedad son mínimos y la previsibilidad es muy alta.

No hay nada malo con disfrutar de nuestras respectivas zonas de confort. Pero, cuando dejamos que nos consuma demasiado, nos perdemos de muchas posibilidades.

La trampa del confort
Es fácil enamorarse de un rendimiento consistente. Dicho eso, buscar e intentar nuevos retos nos impulsa a lograr grandes cosas.

En Forte Strong, un programa en el que trabajamos con hombres jóvenes para ayudarlos a alcanzar su potencial, muchos de los estudiantes suelen permanecer atrapados en alguna especie de espacio seguro. Las llamamos trampas de confort y nuestra meta es ayudarlos a salir de ellas.

Siempre hay una excusa por la que no pueden escapar, y eso casi nunca importa. En general, estos obstáculos pueden ser rectificados de la misma forma que mi madre me sacó de mi trance de He-Man: sacar a la persona de la casa y cerrar las puertas.

Romper con la monotonía en la vida, ya sea profesional, personal o de cualquier tipo, es integral para nuestro crecimiento como humanos. Alcanzar cierto nivel suele forzarnos a elegir el camino seguro. Pero, personalmente, aventurarme en lo desconocido ha enriquecido mucho mi vida.

¿Quieres escapar de tu zona de confort? Prueba con estos tips:

1. Da el salto. Tan sencillo como se escucha, el primer paso es, bueno, dar el primer paso. Conoce personas nuevas, aplica para nuevos empleos y siempre mantente atento a nuevas oportunidades.

Tendemos a esperar hasta que estamos completamente seguros antes de emprender acciones. Algunos de nosotros caemos en la categoría de “eternos planeadores”, que no hacen ningún movimiento hasta haber contemplado cualquier escenario posible.

Cuando empecé con Fort Strong sentí algo similar a saltar desde un avión sin paracaídas con la esperanza de caer sobre el agua. Aquellos días me hicieron añorar el confort de mis sesiones maratónicas de He-Man.

Pero tomar ese riesgo y aceptar lo inesperado me ayudó a revelar fortalezas que no sabía que poseía. A veces debemos olvidarnos de las precauciones y simplemente actuar. Si no lo hacemos podríamos perder la oportunidad.

2. Manejar el riesgo. “Qué tal si” puede ser un freno que te impida salir de tu zona de confort. Entre más escenarios consideremos, peor podrían salir las cosas, eso nos lleva de regreso a ver He-Man.

Esos primeros años a cargo de Forte Strong tuvieron altas y bajas. Cometí errores y experimenté ansiedad. Pero no dejé que eso me impidiera seguir avanzando.

Puede crear ansiedad al principio, pero frecuentemente la adaptación supera la incomodidad.

3. Tómalo paso a paso. La mejor forma de convertir las acciones en un hábito es hacer algo pequeño cada día, en vez de grandes movimientos. Dar pequeños pasos de forma consistente nos ayuda a expandirnos gradualmente.

Uso un enfoque de cinco pasos cuando ayudo a los estudiantes de Forte Strong: conectar, descubrir, entrenar, retar y repetir. Cada nivel depende del anterior y hace que el estudiante sea menos dependiente de las trampas de confort y más confiado en sí mismo.

La mejor parte de las zonas de confort es que no tienen límites. Aunque el confort también puede limitarnos si no tenemos cuidado.

Obtenemos lo que podemos tolerar de la vida. Una vez que tenemos la mentalidad adecuada para manejar la ansiedad y la presión que vienen de la exploración y el descubrimiento, las únicas barreras para nuestras ambiciones son las que nos ponemos nosotros mismos.

Para parafrasear a mi viejo héroe, He-Man: “¡Tú tienes el poder!”

Brook Price es presidente y co-fundador de Forte Strong, un programa que da a los hombres jóvenes las habilidades y el carácter para enfrentar los retos de la vida. Brook tiene más de 16 años de experiencia trabajando con los mejores programas de liderazgo, incluyendo el cuerpo de marina de EEUU.