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Los jóvenes profesionales cuestionan el valor que tiene hoy ese diploma en negocios y que antes no podía faltar en ningún CV.

2-HOME-WEB-14-11-2016

 Mark Davis es director de una compañía de Nueva York y tiene el más norteamericano de los posgrados, un MBA o Maestría en Administración de Empresas. Cuando Davis tenía treinta y pico, su entonces empleador British Telecom le pagó para que vuelva a las aulas y haga un curso full-time de dos años en el Baruch College en Manhattan.

Diez años después, habiendo cambiado de un puesto en una gran empresa a ayudar a dirigir una startup tecnológica llamada Full Stack Academy, Davis se pregunta porqué le quitó tanto tiempo a su carrera profesional para estudiar liderazgo y teoría de gestión empresarial. “Puedo leer un balance, lo cual es valioso”, dijo. “Pero no es algo a lo que necesitaba dedicarle dos años de mi vida”, agregó.

Los diplomas en negocios siguen siendo de los títulos académicos más buscados; las escuelas de negocios reciben 11,7 millones de aplicaciones todos los años, según la Association to Advance Collegiate Schools of Business, una asociación de acreditación de las instituciones académicas de nivel superior, señala Jonathan Moules en un artículo en The Financial Times.

Pero pese a que el MBA es el diploma en negocios insignia, su futuro corre peligro debido a la proliferación de cursos rivales u oportunidades para estudiar online y al incremento de los aranceles. Por consiguiente, muchas de las escuelas que dictan las maestrías están preocupadas por lo que se viene.

Las universidades tampoco están tranquilas, dado que las escuelas de negocios pueden ser las vacas lecheras de la educación superior. Y eso siembra dudas sobre dónde y cuántos líderes de empresas del mañana aprenderán a conducir una compañía.

Las solicitudes para cursar MBA full-time de dos años disminuyeron en el 53% en las escuelas de negocios de Estados Unidos este año, mientras que sólo 40% informó un crecimiento, según cifras del Graduate Management Admission Council, la firma propietaria y administradora del examen de admisión GMAT. La cantidad de interesados se estancó desde 2010, habiendo caído significativamente después de la crisis financiera global de 2008.

Lo que sí crecieron fueron los cursos de 12 meses, especialmente en Europa donde los programas más cortos son más comunes. Las solicitudes aumentaron más de 25% para el MBA de un año 2016 en Insead en Fontainebleau, Francia, que encabeza el ránking global que elabora el Financial Times con las escuelas que ofrecen ese programa.

Ilian Mihov, decano de Insead, describe esto como una “huida hacia la calidad”. Mientras tanto, las escuelas ubicadas más abajo en los ránkings se esfuerzan por atraer estudiantes, habiendo varias que se fusionaron o se convirtieron en blancos de adquisiciones.

El año pasado, Thunderbird School of Global Management, fundada en un ex aeródromo militar en 1946, pasó a ser parte de la Universidad Estatal de Arizona. En Francia, la Escuela de Negocios Neoma fue creada en 2013 a partir de la fusión de la Escuela de Negocios Rouen, creada en 1871 y la Escuela de Administración Reimis, establecida en 1928. En el Reino Unido, la Escuela de Negocios Ashridge en Hertfordshire fue adquirida el año pasado por la norteamericana Escuela de Negocios Hult, puso fin a su programa MBA y ahora se limita a dictar cursos de educación ejecutiva.

Las fusiones de escuelas de negocios han sido notorias donde se redujo el apoyo estatal a la educación superior, como en Francia. Rich Lyons, decano de la Escuela de Negocios Haas de la Universidad de California Berkeley, aseguró que la mitad de las 13.000 escuelas de negocios de todo el mundo desaparecerá en los próximos cinco a diez años ya sea porque se fusionan o cierran. Afirmó que las facultades que corren más peligro son las que dependen de los alumnos que viven a pocos kilómetros de sus campus. “Si todo lo que tenés es proximidad física, estás en problemas”, explicó. Haas, donde las solicitudes para su programa MBA subieron 12% este año y 4080 personas aspiran a obtener una de las 250 vacantes, no corre riesgos, contó Lyons.

Lyons no es el único decano que prevé cierres de establecimientos educativos. Cuando el Acreditation Council for Business Schools and Programs (ACBSP) consultó a sus 828 instituciones miembro, dos terceras partes señalaron que esperaban más cierres en los próximos diez años.

Del otro lado del Atlántico, una encuesta elaborada por los miembros de la Central and East European Management Development Association indicó que el 61% de las escuelas de negocios cree que muchas desaparecerán o tendrán que fusionarse para sobrevivir.
Andrew Crisp de CarringtonCrisp, un estudio de investigaciones que hizo ambos estudios, sostiene que tres establecimientos británicos chicos con los cuales su compañía viene trabajando desde 2013 tuvieron que cerrar sus programas MBA full-time, trataron de relanzarlos o los abandonaron para centrarse en los cursos part-time.

El desmantelamiento de las estructuras para hacer carrera dentro de las empresas y el interés de los profesionales más exitosos por armar sus propios emprendimientos serían las razones por las que se debilitaron los argumentos las escuelas de negocios.

Cuando Jason Goodman eligió ser un entrepreneur tenía casi treinta años, la edad ideal para hacer un MBA. Pero en vez de ir a una escuela de negocios, fundó junto con un socio la agencia de marketing digital BMP en Londres. “Podría haber pensado en cursar un MBA, pero moría por ensuciarme las manos y aprender el trabajo”.

Los potenciales contactos provenientes de una red de ex alumnos de la escuela de negocios eran atractivos, admitió Goodman, graduado de la universidad de Cambridge. Sin embargo, en ese momento sentí que conocía suficientes personas para arrancar con la startup, y muchos de sus contemporáneos se estaban convirtiendo en figuras influyentes en el sector tecnológico.

Las solicitudes para MBA seguirán disminuyendo si la gente que inicia empresas, especialmente los de las comunidades de startups, creen que pueden crear mejores redes fuera de la clase.

La demanda de MBA full-time ya bajó en otras oportunidades. Los ciclos económicos de auge y recesión ayudaron al mercado. El número de interesados en las escuelas de negocios se incrementa abruptamente y cuando hay poco trabajo y la idea es tomarse un tiempo fuera del mercado laboral -quizás financiado por un paquete de indemnización por despido-, no parece ser un gran riesgo.

El problema ahora, según Emma Bond, directora de Fortuna Admissions -una firma británica que asesora a los interesados en ingresar a una escuela de negocios-, es que el crecimiento económico no repuntó en muchos países, los potenciales estudiantes no tienen claro cómo los beneficiará dedicar un costoso tiempo a estudiar.

Algunas de las escuelas que participaron de la encuesta de GMAC lo admitieron. “Los estudiantes están menos seguros de su futuro profesional. Muchos no están dispuestos a invertir en un programa de MBA en estos momentos”, escribió alguien en forma anónima.
Los candidatos también tienen otras opciones menos caras como cursos part-time o por Internet, gracias en parte a que las escuelas de negocios están introduciendo su enseñanza en la web a través de cursos online abiertos y masivos, conocidos como Moocs por sus siglas en inglés.

Otra vez en Full Stack Academy, Davis sostiene que conoce mucha gente de la comunidad de startups en Nueva York que serían excelentes candidatos para las escuelas de negocios pero que creen que obtendrán una mejor educación en la “universidad de la vida” mientras intentan armar una compañía de cero.

“Si lo que buscas es ser gerente medio de una compañía grande, quizás un MBA todavía sea útil”, dijo. “Pero para armar una startup, es perder el tiempo”.

Traducción: Mariana Inés Oriolo