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Gracias a la mayor potencia de procesamiento, a la mayor duración de la batería, a la mejora de la velocidad de red y al mayor tamaño de pantalla de los dispositivos móviles, el trasvase de usuarios desde el escritorio se está acelerando. “¿Necesitaremos siempre un escritorio?

No, no todos nosotros“, declara la experta en tendencias de Kantar Worldwide, Carolina Milanesi. “Algunos de nosotros ya no lo necesitan”.

Este párrafo está extraído de un artículo de Wired en el que se explora la posibilidad de que en poco más de un par de años, los avances de los dispositivos móviles inciten a los usuarios a realizar una migración masiva a los mismos, dejando de lado al ordenador personal: “Estamos en el punto en que cualquier persona armada con un modelo actual de smartphone o una tablet es capaz de gestionar todas sus tareas en casa y el trabajo sin necesidad de ningún otro dispositivo”. Como ejemplo de ello, Wired cita su propia cobertura del CES 2015, realizada mayoritariamente a través de smartphones.

Los cierto es que, tras el récord que supuso el año 2011, en el que la industria del PC vendió 365,4 millones de unidades en todo el mundo, las ventas no han hecho más que caer desde entonces, y los datos comerciales del sector de los PC en 2014 podrían acercarse a las cifras del año 2009. Por contra, la penetración de los teléfonos inteligentes no ha hecho más que crecer de manera ininterrumpida en estos últimos años. Ciertamente, los móviles tienen la ventaja de permitir, por un precio notablemente bajo, acceder a servicios que van desde las redes sociales a los pagos móviles (un gran número de africanos subsaharianos cuentan con sus móviles como única vía de acceso a los servicios de pago, por ejemplo a través de la plataforma mPesa).

El fabricante de chips ARM, que anunciar el inminente lanzamiento al mercado de sus chips de última generación Cortex-A72 y Mali-T880 (con un rendimiento 50 veces superior a los chips de hace media década), está convencido de que la fecha de tal cambio podría adelantarse al próximo 2016. El responsable de la estrategia móvil de ARM, James Bruce, declaraba a Wired que “si lo observamos desde una perspectiva global, el móvil es nuestro dispositivo de cómputo principal… el PC se ha convertido claramente en un dispositivo de cómputo secundario“.

Por otro lado, los smartphones de gama alta serán capaces en poco tiempo de gestionar cosas como el streaming en 4K, el multitasking o los juegos inmersivos de realidad virtual. Eso, y las mejoras en la conectividad de la red y en el almacenamiento en la nube harán que la brecha entre el hardware/software de escritorio y móvil quedaría definitivamente cerrada… aunque para mucho aún será complicado deshacerse de los grandes monitores y los teclados físicos, al menos en entornos laborales. Pero incluso para eso se plantean ya soluciones: monitor y teclado Bluetooth en la oficina, capaces de usar nuestro smartphone como CPU, o visualización de la imagen de nuestro teléfono en la TV de casa vía WiFi podrían ser las próximas soluciones a contemplar.

Marcos Merino es redactor freelance y consultor de marketing 2.0. Autodidacta, con experiencia en medios (prensa escrita y radio), y responsable de comunicación online en organizaciones sin ánimo de lucro.

Por Marcos Merino

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