Según un reciente estudio de la empresa especializada en consumer experience Interactions, el 88% de los compradores confiesa practicar con regularidad el denominado webrooming, cifra que desciende al 76% en el caso del showrooming.
El showrooming se ha convertido en una seria preocupacion para el comercio tradicional en las tiendas físicas. Sin embargo, parece que el imán de su antagonista, el webrooming (la práctica de mirar primero en internet y comprar después en los puntos de venta físicos), es en realidad la práctica preferida por los consumidores.
Según un reciente estudio de la empresa especializada en consumer experience Interactions, el 88% de los compradores confiesa practicar con regularidad el denominado webrooming, cifra que desciende al 76% en el caso del showrooming.
El 75% de los consumidores se vale del webrooming como apoyo para sus compras porque cree estar en disposición de encontrar mejores precios en las tiendas físicas si bucea primero en internet. El 72% utiliza esta práctica para comparar productos y el 71% para buscar información sobre posibles compras.
Aunque los consumidores consultados por Interactions reconocen los beneficios de la red a la hora de encontrar productos de gran variedad y a buen precio, el 68% concede especial importancia al hecho de poder ver el producto en las tiendas físicas antes de proceder a su compra, mientras que el 41% valora la asesoría recibida en el punto de venta.
El informe de Interactions concluye, por otra parte, que la mayor parte de los consumidores prefiere visitar las tiendas físicas cuando está en juego la compra de un producto particularmente caro. Y es que a la hora de comprar en internet la mayor parte de los consumidores, el 88%, opta por imponerse un límite de gasto.
Cuando decide si comprar o no en internet, el consumidor tiene muy en cuenta la categoría de producto que tiene en mente adquirir. Los ordenadores (49%), los gadgets electrónicos (47%) y los teléfonos móviles (41%) son los productos preferidos en el e-commerce. En cambio, a la hora de comprar comestibles (89%), electrodomésticos (75%) y ropa (70%), el consumidor se decanta por las tradicionales tiendas físicas.
Pese a que el universo del shopping echa raíces cada vez más profundas en las nuevas plataformas digitales, el 34% de los consumidores confiesa no sentirse del todo seguro a la hora de proporcionar información de pago a los retailers online. Eso sí, el recelo varía mucho de un género a otro. El 41% de las mujeres admite su incomodidad a la hora de compartir este tipo de información con las tiendas online, proporción que desciende, en cambio, al 30% en el caso de los hombres.