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Google sigue trabajando en el desarrollo de su auto autónomo, especialmente en todo lo relacionado con dotarle de inteligencia suficiente como para poder circular completamente solo.
AUTO-GOOGLE-AUSTIN
Los habitantes de Austin, ciudad de Texas, pueden cruzarse con este auto en cualquier momento, que ya circula sin ocupantes.

Hasta el momento, el auto de la compañía de Silicon Valley circulaba por las carreteras de California, pero eso sí, lo hacía con un “conductor” de seguridad a bordo, que no tocaba los controles del vehículo, sino que simplemente supervisaba la conducción para evitar accidentes.

En su primera fase de prueba, el auto contaba con un volante extraíble, un acelerador y un freno para que el conductor de seguridad se hiciera con el control del vehículo en caso de que fallaran los sistemas de energía y control, tal y como exigía la legislación vigente en California.

La compañía Google X, ahora integrada en Alphabet, aún tiene mucho trabajo por delante, tal y como demuestra una divertida anécdota publicada en el foro Roadbikereview. En una intersección, el auto autónomo detectó a un ciclista, que paró para dejar paso al vehículo, pero se mantuvo en equilibrio estático sobre la bicicleta en lugar de plantar un pie sobre el suelo.

En concreto, los movimientos del ciclista para evitar perder el equilibrio fueron los que desconcertaron al coche, que no sabía interpretar si la bicicleta había detenido su marcha o no. Ante la duda, el coche se paró y esperó unos segundos. Cuando finalmente volvió a arrancar, el ciclista hizo un ligero movimiento para ajustarse, e inmediatamente el coche frenó. Este “baile” se repitió durante unos dos minutos, en los que ninguna de las dos partes parecía atreverse a dar el primer paso.

Lo más interesante es que el ciclista asegura que tras la experiencia se sintió más seguro con un auto autónomo que con uno conducido por un humano.

La compañía ha asegurado que los peatones de Austin no corren ningún tipo de peligro con la puesta a prueba del coche, dado que el 100% de los accidentes relacionados con él se ha producido como consecuencia del error humano de otro conductor.