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Un espacio de trabajo caótico podría ser indicativo de una mentalidad creativa, señala Nina Zipkin de la revista Entrepreneur.

Antes de tirar esos montones de papel para tener un espacio más libre, sigue leyendo para conocer cuatro razones por las que la desorganización podría llevarte a tener tu próxima gran idea.

1. Estás en buena compañía.
Hay algunas personas exitosas que fueron notoriamente desordenadas. Personajes innovadores como Steve Jobs, J.K. Rowling, Alan Turing, Mark Twain, Thomas Edison y Albert Einstein eran famosos por tener escritorios desordenados, y eso no les impidió generar ideas e inventos que transformaron la manera en la que interactuamos con el mundo. Incluso Sir Isaac Newton, el hombre que literalmente escribió el libro sobre la gravedad, no era realmente bueno para los asuntos organizados. No escribió un testamento, sino que, después de su muerte, dejó a su familia su trabajo, correspondencia y manuscritos que suman aproximadamente 10 millones de palabras o casi 150 tomos.

2. Eres más eficiente de lo que piensas.
Según Eric Abrahamson y David H. Freedman, los autores de A Perfect Mess: The Hidden Benefits of Disorder, aunque podría parecer lo contrario, un escritorio desordenado no carece de orden. Lo que parece un desastre puede ser un sistema de priorización y acceso altamente efectivo. En un escritorio desordenado, los proyectos más importantes y sensibles al tiempo tienden a encontrarse en la parte superior de la pila, mientras que el trabajo que puede ignorarse tiende a quedar relegado al fondo. Y no tener un sistema estricto puede prestarse a ideas más innovadoras cuando menos lo esperas.

3. Haces lo inesperado.
Un estudio de la Universidad de Minnesota exploró cómo el trabajo en una habitación limpia o desordenada afectaría el comportamiento. Los investigadores hicieron que los participantes del estudio llenaran cuestionarios en espacios ordenados y desordenados. Después de esta actividad, se les preguntó si querían donar a obras de caridad y les ofrecieron la opción de un refrigerio: una manzana o un poco de chocolate. Los que estaban en la sala limpia eran más propensos a optar por la filantropía y la elección de alimentos saludables.
Los investigadores encontraron que los participantes en ambos espacios presentaron la misma cantidad de ideas cuando se les pidió nuevos usos para las pelotas de ping pong, pero los jueces clasificaron las ideas de la sala desordenada como más creativas. “Los entornos desordenados parecen inspirar la ruptura de la tradición, lo que puede producir nuevos conocimientos”, dijo la autora Kathleen Vohs en un resumen de los hallazgos. “Los entornos ordenados, en cambio, fomentan la convención y el juego seguro”.

4. Estás por delante de la curva cósmica
Claramente, vivimos en un mundo que ya es bastante caótico, pero al escuchar al astrofísico Adam Frank entendemos que esa desorganización es bastante inevitable, así que, en lugar de luchar contra ella, en realidad podrías hacer más cosas simplemente apoyándote en ella. “La vida, ya ves, es el triunfo del orden sobre el caos. La vida es ordenada solo por un tiempo. Y con ese esfuerzo, algo nuevo, algo maravilloso aparece en el universo: la creatividad”.

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