Compartir

(PERSONAS – TRABAJO – CARRERA) La experta en carreras J.T. O’Donnell, fundadora de la consultora de orientación vocacional Work It Daily, estudia hace 15 años la desconexión que sufren muchas personas entre quienes son y de lo que trabajan.

“Pasamos un tercio de nuestros días en el trabajo. El trabajo nos define y cuando no estamos felices en nuestros trabajos todas las áreas de nuestra vida sufren. Más del 70% de los trabajadores dice que no se siente satisfecho con sus elecciones de carrera”, explicó en un artículo que escribió para Inc.com. “¿Cuántas personas conocemos que terminaron enfermas, deprimidas, divorciadas y adictas a sustancias porque no eran felices con sus carreras? ¿Qué pasaría si les gustaran sus trabajos? ¿No tendríamos una sociedad más sana y feliz?”, reflexiona O’Donnell.

Más del 70% de los trabajadores dice que no se siente satisfecho con sus elecciones de carrera”, explicó en un artículo que escribió para Inc.com.

 

En sus 15 años de estudio, la experta reconoce una razón como la común en cuanto al insatisfacción laboral: lo que llama “adicción a los halagos”.

“Hemos sido entrenados para buscar incentivos constantemente como buenas notas, stickers, trofeos y halagos. Nos gusta que nos quieran, que se impresionen con nosotros, que nos admiren y respeten. Eso nos da un sentimiento temporario de felicidad. El problema es que terminamos tomando decisiones de carrera para impresionar a otros, para poder sentir esa validación y en el proceso perdemos de vista lo que nos hace realmente felices. Con cada movimiento de carrera, nos sentimos más infelices, cuanto más tratamos de impresionar a otros, mas frustrados nos sentimos”, explica.

Para probarlo, O’Donnell propone pensar en la siguiente pregunta: ¿A qué te dedicas?

“Esas cuatro palabras son la razón por la que mucha gente es muy infeliz. Muchas personas quieren responder con algo que impresione, que destaque. ¿Por qué? Como seres humanos nos preocupamos por la respuesta que recibimos y por una buena razón: sabemos que la persona que nos escucha empezará a juzgarnos. Lo sabemos porque nosotros también juzgamos a quienes nos cuentan de que trabajan”, explica O’Donnell.

“Ahí está el problema. Cuando dejemos de juzgar a los demás acerca de qué trabajan o a qué se dedican, vamos a ser libres de juzgarnos a nosotros mismos. La buena noticia es que si uno puede liberarse de este mal hábito, uno puede enfocarse y encontrar su propia motivación para trabajar. El trabajo correcto crea un estado de mente que transforma nuestra vida y da la motivación necesaria para no darse por vencido, lo que lleva a niveles más altos de éxito y satisfacción”, concluye.

El problema es que terminamos tomando decisiones de carrera para impresionar a otros, para poder sentir esa validación y en el proceso perdemos de vista lo que nos hace realmente felices.

 

ESTE ARTÍCULO TE PUEDE INTERESAR

Cómo saber si debes dejar tu trabajo por estar agotado y “quemado”

Deja una respuesta

Por favor, ingrese su comentario.
Ingrese su nombre aquí